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Zamora, Michoacán, noviembre 15 de 2021

Ha faltado voluntad política; información no sobra

Zamora y Jacona, a lo largo de muchos años han mantenido cierta distancia para tomar decisiones respecto del agua que comparten; si las actuales administraciones logran acuerdos duraderos, si superan las ancestrales diferencias, habrán avanzado en bien de nuestras sociedades.

 

Este choro está motivado por la promoción de saneamiento de la cuenca Duero-Lerma a la que convocaron representantes regionales en las cámaras local y federal y autoridades municipales, el 23 de octubre pasado en el “Titanic”, símbolo del despilfarro y desperdicio de agua.

 

El propósito es recordar que ninguna solución cabal y duradera podrá lograrse en materia de abasto de agua y tratamiento de aguas residuales si no se incorpora a todos los municipios y, sobre todo, a las entidades que más consumen y ensucian el líquido vital. Obvio que hablar de “municipios” es una alusión general, dentro de cada uno, funcionan empacadoras, hoteles, hospitales, centros comerciales con usos (y abusos) diferenciales.

 

En el marco de la promoción de la cuenca, una de las aportaciones de Carlos Alberto Soto Delgado, alcalde de Zamora, puede ser: hilvanar adecuadas relaciones con sus pares, ser bisagra entre los tres niveles de gobierno para lograr el diseño y aplicación de una hidro política que beneficie a todos los participantes sin postergar las necesidades de los vecinos en razón de la inversión y empleo que concentra Zamora.

 

No es poca cosa. Los conflictos cruciales por el abasto abasto de agua así como por el drenaje y saneamiento de las aguas servidas (usadas, aguas negras), que se suscitan entre Zamora y sus vecinos son problemas socio-políticos no derivados de carencias técnicas, no causados por falta de conocimiento. En el mismo sentido, al interior del municipio (Zamora – Ario; SAPAZ y Cosmos – Progreso Nacional) y entre pueblos vecinos (Carapan - Ichán), las disputas no son causadas por carencia de estudios, sino por la dificultad de lograr arreglos entre las partes.

 

“Nación” y derechos de los pueblos

En la superficie -casi- siempre ha flotado la contradicción reiterada entre dos concepciones: “La Nación como propietaria original del agua” y las facultades que ésta posee para otorgar concesiones según el criterio del mayor interés social, frente al derecho histórico, a la vecindad, cercanía geográfica y uso inmemorial bajo la idea de derecho “natural” o histórico (primero en tiempo y cercanía, primero en derecho).

 

Las autoridades zamoranas reelaboran dos nociones: “el mayor interés social” y “el egoísmo” de los pueblos negados a compartir un recurso que “es de todos”. Por su parte, pueblos y colonias que asumen la posesión, uso y disposición del agua, derechos cuyo ejercicio es peculiar por las cualidades físicas del líquido, una de ellas, ser fluido, dificulta al presunto dueño privar a otros de su disfrute.

 

En ese tenor, la antigua tradición del derecho romano en torno al concepto de propiedad es re-discutida en un contexto donde las localidades centrales imponen relaciones asimétricas a sus vecinos. Zamora carece de afloramientos naturales y es la localidad que más ensucia el líquido; toma agua limpia de la parte media y alta de la cuenca y expela agua contaminada aguas abajo.

 

En ese contexto, afirmar que son asuntos políticos y no técnicos, significa que su solución depende más de la voluntad política, de establecer los puntos en litigio con la mayor transparencia posible y precisar el intercambio de bienes y de servicios que pactan un municipio y/o colonia y otro vecino o distinto nivel de autoridad. No se niega el valor de los estudios hidráulicos, no se rechaza la necesidad de investigar los tipos y magnitudes de contaminación.

 

Los viejos estudios promovidos por el Consejo de la Fresa (2005, 2008), el amplio trabajo del CIIDIR-IPN (2009), las diversas tesis generadas en la Universidad Michoacana, la UNAM y el CIIDIR-IPN, los documentos de la Comisión Nacional del Agua, de la Comisión de Cuencas, etc. son útiles y requieren de actualización, pero el reto más difícil es signar y aplicar acuerdos políticos.

 

(Des) acuerdos históricos

Desde sus orígenes, en 1894, cuando Perfecto Méndez Garibay “concedió agua para ambas ciudades”, ninguna de las dos ha estado en pleno acuerdo, más bien ha primado la desconfianza entre ellas. Vale recordar que la cesión de Méndez Garibay se basó en una concepción jurídica que reconocía el agua como propiedad privada del dueño del predio donde aflora el manantial El Bosque, diferente al sustento legal derivado de la federalización de las aguas a partir de 1923.

 

De las latentes fricciones se distinguen las no muy añejas discusiones que llegaron hasta los manotazos en calle Isabel La Católica donde se ubican las cajas de agua que distribuyen líquido para ambas ciudades. El 11 de julio de 1991, Sergio García lanza el manifiesto “Al pueblo de Jacona” donde arenga a defender el agua “de Jacona”. Luego, en marzo de 1994, Memo Gómez cuestiona que la suma de 4+8 sea igual a 12 en términos de pulgadas de diámetro y capacidad de volumen y presión del flujo. El tercer episodio lo escenificaron Julio Castellanos y Martín Espinoza quienes arribaron a acuerdos técnicamente inobjetables que no fructificaron por inconformidad suscitada en Jacona (Tabla 1).

 

Quizá las diferencias intermunicipales se (re)construyen desde la idea fundacional de “Pueblo de Indios” que goza de los principales (únicos) afloramientos naturales (La Luz, Bosque, Orandino, Estancia, El Santo Entierro, La Rogeña, El Disparate) y una “Villa de Españoles” que necesita horadar el suelo en busca de agua.

 

No han faltado motivos para discutir, manifestarse públicamente y, en ocasiones, recurrir a árbitros externos que no son tan imparciales y que quedan colocados en incómodas posiciones . El 14 de febrero de 2014 el gobierno municipal de Jacona clausuró la perforación de un pozo que el sistema operativo de Zamora (SAPAZ) llevaba a cabo para abastecer a los tanques de La Beatilla. Jacona, aduciendo el “efecto popote”, no admitió perforaciones próximas a sus fronteras (Tabla 1).

 

Al interior del municipio han tenido lugar brotes de inconformidad cuando se transvasa agua de una colonia a otra ante el temor de que el líquido sea más escaso para la colonia que aportaría líquido (Progreso -Cosmos, 2008). El 15 de noviembre de 2013, por presión de pobladores de Ario, fueron paralizadas las obras de instalación de tubería que conduciría agua desde Riberas del Duero, Ario, hasta colonias del noroeste de Zamora como la Netzahualcóyotl.

 

El crecimiento de sus necesidades de agua (aumento poblacional, negocios inmobiliarios y comerciales, agro industria) ha llevado al gobierno municipal de Zamora a discutir, sin éxito, el abasto de dos fuentes que son casi sagradas para Tangancícuaro: el Cupátziro y Camécuaro.

 

El 29 de octubre de 2010 SAPAZ, ante el cabildo de Tangancícuaro, presenta el proyecto denominado “Sistema de Abastecimiento Zamora Michoacán. Acueducto Cupátziro–Zamora 24.0” que consistía en ubicar una toma en el vertedero de demasías en “El Piloncillo”, dentro del área del manantial Cupátziro y colocar la línea de conducción por las calles José María Morelos, Francisco I. Madero, Melchor Ocampo, Amado Nervo y avenida General Carlos Salazar, con diámetro de 24’’(60.96 cm) y una longitud de 1,263 m en zona urbana que continuaba por la zona federal en forma paralela a la carretera Zamora-Tangancícuaro (Tabla 2).

 

El hecho de cavar y colocar tubería, antes de mostrar la solicitud y estudio, las dimensiones del ducto (más de medio metro de diámetro) y la fama de las inmobiliarias zamoranas motivaron el acuerdo no. 550 que se resume en “no aceptar ni autorizar la ejecución del proyecto denominado sistema de abastecimiento Zamora, acueducto de Cupátziro-Zamora 24.0”, presentado por el SAPAZ. (Tangancícuaro, acta cabildo, noviembre 9 de 2010).

 

Cupátziro, es el principal manantial que surte a Tangancícuaro; su aforo en 2010 se estimaba en 65 litros por segundo (marzo 1978, aforo 1,208 lps, SARH). Está ubicado en un predio de 1.49 ha a 19 km de Zamora. La selección del Cupátziro por SAPAZ para construir un cárcamo de bombeo, un acueducto y conducir aguas excedentes hacia Zamora, sobre todo la gestión, no fueron afortunadas.

 

Ante la negativa, SAPAZ y José Alfonso, el 21 de febrero de 2011 presentaron la segunda propuesta. Se trató de la construcción de toma y cárcamo, abajo del manantial de Camécuaro, delante del puente colgante, y el tendido de una línea de conducción de pvc de 24 pulgadas (60.96 cm) de diámetro por 16 km desde ese sitio (puente colgante) hasta Zamora.

 

La reacción del cabildo, con alta presión social no se hizo esperar. Según el acuerdo no. 594 “Se pacta negar la solicitud del Licenciado Alfonso Martínez Vázquez, presidente municipal de Zamora, el cual pide la construcción de la obra denominada toma de agua del manantial Camécuaro (Sesión extraordinaria núm. 131, 21 de febrero de 2011).

 

Camécuaro, conocido como parque nacional (marzo 1941) tiene un aforo de 2000 lps, está localizado en un predio de 60.07 ha a 16 km de Zamora.

 

Aprender del pasado

Este breve repaso de algunas de las controversias entabladas por Zamora con sus vecinos ayudan a imaginar que toda hidro política que coloque sólo las necesidades de esta ciudad central no será bien vista por sus pares.

 

El discurso pronunciado por Carlos Alberto Soto Delgado el sábado 23 de octubre en el CRAM es correcto en el sentido de no situar sólo las demandas de agua de Zamora sino de todos y cada uno de los trece municipios principales que se asientan en la cuenca y usan sus fuentes o vierten sus descargas.

 

El dicho y la acción serán más provechosos para todas y todos si, en primer lugar, se da a conocer el o los proyectos que sustentan las alternativas apuntadas el día 23 de octubre. ¿20.5 o 41 hectáreas para una o varias plantas de tratamiento?, ¿de qué tipo? ¿Dónde? ¿Cómo se aborda la calidad, cantidad y oportunidad de agua para todos? ¿Qué se prevé en continuar expandiendo la ciudad hacia Los Espinos -tierras de alta calidad-, hacia la entrada norte?

 

Reitero la finalidad de recurrir a la memoria reciente: en esta cuenca, todo plan de rehabilitación de presas, ductos, drenajes, plantas de tratamiento y educación para la cultura del agua, exige una mirada general que recupere necesidades y opiniones de los vecinos.

 

 jlseefoo@hotmail.com




 

Edición: Leticia E. Becerra Valdez

 

 

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